Una nueva tendencia está ganando fuerza en hogares de todo el mundo y particularmente en Chile: se trata del pet parenting, o crianza de mascotas, una visión que redefine los vínculos afectivos tradicionales y eleva a perros y gatos al rol de verdaderos miembros de la familia. Esta práctica va mucho más allá de brindar alimento y refugio, proponiendo una relación cercana, emocional y responsable con nuestros compañeros peludos.
Según cifras oficiales, en Chile el 92,1% de las mascotas es considerado como un integrante más del núcleo familiar, y el 76% de perros y gatos vive dentro del hogar. Este fenómeno no es exclusivo del país; estudios internacionales, especialmente en Estados Unidos, muestran resultados similares, lo que indica un cambio cultural global en la manera en que los seres humanos perciben y se relacionan con los animales domésticos.
¿Qué es el pet parenting?
El pet parenting implica asumir el rol de padre o madre frente a una mascota, aplicando estrategias propias de la crianza humana, como el cuidado integral de la salud, el bienestar emocional y la atención personalizada. Para Diego Pincheira, veterinario de Zoetis Chile, esta no es una simple moda: “Está transformando nuestra sociedad al redefinir los vínculos afectivos y cuestionar los esquemas tradicionales de maternidad y paternidad”.
Este enfoque se basa en tres pilares fundamentales: el cuidado preventivo, la alimentación adecuada y la estimulación física y mental. Incluir prácticas como la vacunación, desparasitación periódica y chequeos veterinarios se vuelve indispensable. Además, se espera que los tutores proporcionen una dieta equilibrada, actividades físicas diarias y estímulos que mantengan activa la mente del animal.
Una relación que va más allá del afecto
El pet parenting representa una decisión consciente, especialmente entre los millennials, quienes en muchas ocasiones optan por compartir su vida con una mascota en lugar de tener hijos. Según estudios citados por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, aunque los perros parecen tener una ligera ventaja en popularidad frente a los gatos, el vínculo emocional que se establece con ambos es igualmente profundo: amor incondicional, lealtad y compañía constante.
Los datos también reflejan que el 72% de las personas encuestadas prefieren la compañía de sus mascotas a la de un niño, y un 69% considera que su cuidado es más sencillo. Entre los principales motivos se encuentran los menores costos, menos exigencias de tiempo, mayor libertad para viajar y trabajar, y una relación emocional directa, sin las complicaciones de las estructuras familiares tradicionales.
Implicancias en el mercado y la salud animal
La creciente popularidad del pet parenting ha impulsado una transformación en el sector de la salud animal. Clínicas veterinarias y marcas especializadas han respondido con la creación de planes personalizados de cuidado, programas de asesoría para tutores y servicios que van desde la educación hasta la nutrición especializada. Como señala Pincheira, “las marcas han adaptado sus ofertas para incluir planes integrales de cuidado, capacitación y asesoría a los tutores”.
Este fenómeno no solo evidencia un cambio cultural, sino también económico, ya que el gasto promedio en el cuidado de mascotas ha aumentado considerablemente. En la actualidad, no es raro encontrar seguros de salud para animales, psicólogos caninos o servicios de spa para perros y gatos.
Un compromiso real con el bienestar animal
Adoptar el estilo de vida del pet parenting también implica un compromiso profundo con la salud y felicidad del animal. No se trata solo de ver a nuestras mascotas como hijos, sino de garantizar que su vida sea plena, activa y libre de sufrimientos evitables.
Esto se logra manteniendo al día sus vacunas, evitando enfermedades parasitarias mediante controles regulares, ofreciéndoles una alimentación adecuada a su edad y necesidades, y asegurando momentos de juego, exploración y afecto diario.
En conclusión, el pet parenting es mucho más que una tendencia: es una expresión del cambio en los modelos familiares y una manifestación del profundo afecto que los seres humanos sienten por sus mascotas. En un mundo cada vez más acelerado, donde los vínculos afectivos se reconfiguran, esta forma de paternidad alternativa representa una nueva manera de amar, cuidar y convivir.
¿Y tú? ¿Ya formas parte de esta revolución emocional y responsable con tu compañero peludo?